País de borregos

Otra vez unas elecciones demuestran que los españoles somos unos masocas. El Partido Popular ganó las elecciones generales, donde obtuvo 14 escaños más y casi un millón de votos más que el 20D. El Partido Popular ganó dos escaños más en la Comunidad Valenciana, después de los últimos casos de corrupción. El Partido Popular ganó en Valdemoro después de lo de Granados. El Partido Popular aumentó 5.000 votos en Granada después de que imputaran al alcalde popular de la ciudad. El Partido Popular aumentó en Cataluña después de los escándalos de Jorge Fernández Díaz. Parece que cuanta más corrupción tienen, mayor apoyo reciben. Los españoles somos unos borregos, que se creen las campañas del miedo. Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. 

El Partido Popular está en auge gracias a esa cantidad de voto anciano que tienen. Muchos de nuestros viejos aún se mantienen en una idea conservadora increíble. Hasta que no la palmen, el PP seguirá primero. Mucho voto conservador y de jóvenes ricachones adinerados con tupe que les faltan dos dedos de frente y un guantazo a tiempo. "Prefiero que me roben estos a que me arruine el coletas" decían algunos dementes. Dementes que se tragaron las mentiras de un sistema corrompido por el dinero. Una vez más, el caciquismo por parte del Partido Popular y de la Iglesia se hizo presente, llevando a ancianos y discapacitados a votar con el sobre cerrado. Normal que algunos hablen de que ha habido pucherazo en estas elecciones.

El PSOE empeoró sus resultados en 5 escaños. Aun así están contentos y felices por que no se dio el llamado "sorpasso". Contentos y felices de su peor resultado de la historia del partido. Contentos y felices de que un partido nuevo de apenas dos años no les haya superado. Si el PSOE está contento por esto, ya se pueden ir a meter un chute de realidad.

Unidos Podemos igualó su resultado con 71 escaños, y consiguió 5 millones de votos, un millón menos que en el 20D. Aun igualando resultados, los dirigentes del partido hacen autocrítica y dicen que son malos resultados. A diferencia del PSOE, que en su peor resultado de la historia, cantan la victoria porque un partido nuevo no les ha superado. Unidos Podemos logró malos resultados, nos emperábamos mucho más sinceramente. La confluencia no funcionó. Falló también la campaña, demasiados flojos tal vez. No obstante, en tan solo dos años de vida, tercera fuerza política con 71 escaños y más de 5 millones de votos. Me atrevería a decir que eso no lo ha hecho nadie en Europa.

Ciudadanos perdió. Fue el más derrotado. 32 escaños y 400 votos menos. Ciudadanos no es una alternativa de gobierno, va por el camino de UCD y UPyD. Pueden ser decisivos a la hora de formar gobierno, pero nunca serán alternativa. Se hunden.

Las encuestas fallaron. De ahí los malos resultados de Unidos Podemos. Unas encuestas donde todas, sin excepción vaticinaban resultados muy diferentes a la realidad. Es hora de que las empresas demoscópicas se jubilen. Solo sirven para orientar el voto del elector. 

El mal resultado de Unidos Podemos responde a la abstención. La abstención de votantes de Podemos les llevó a mantenerse como en el 20D. Más de un millón de votantes de Unidos Podemos se abstuvo. ¿Así como se va a cambiar nada? Si la izquierda se abstiene. Vergonzoso. El bloque de izquierdas suma menos que el bloque de derechas. Toca reflexionar. Si a la hora de votar, la izquierda se abstiene, no haremos nada. Si el obrero vota a la derecha, no haremos nada.

Hoy, el Partido Popular es el más votado. Gobernará. Ciudadanos les apoyará. Buscarán apoyos minoritarios, y el PSOE se abstendrá. El PSOE dará el Gobierno al PP. Será un gobierno corto.

El cambio llegará. Tarde o temprano, pero llegará. La izquierda no puede quedarse en casa. Siempre lo aprovecha la derecha. Hay que luchar por el cambio, y por lograr un Gobierno progresista que ayude a los más desfavorecidos. Hoy no será posible. Pero llegará.

Bye bye UK

El Brexit ha salido. Reino Unido abandona la Unión Europea. Toca reflexionar. Toca pensar qué queremos hacer, qué queremos ser. Europa debe cambiar. Hoy es un día sin precedentes, un día que lo cambiará todo.

En una Europa paralizada y sin avanzar. En un Europa donde mandan más el eje franco-alemán que el resto de países juntos. No debe haber nunca países hegemónicos en la Unión Europea, todos los países deben decidir por igual y deben tener un poder equitativo. Esto hasta ahora no ha sido así, hecho que ha creado una idea de euroescepticismo.

Hoy el pueblo británico ha hablado. Hay que respetar su decisión. No hay que utilizar esto como arma política en España, como están haciendo Pedro Sánchez, Albert Rivera y Mariano Rajoy contra Unidos Podemos. Podemos no quiere salir ni del Euro ni de Europa. Dejen de mentir.

Toca avanzar y cambiar de rumbo, hacia una Europa más solidaria y más justa. Hay que cambiar la forma de gobernar en Europa. No es representativa. El trato a los refugiados es desastroso. Las políticas de austeridad han sido inútiles y funestas. Hay que avanzar hacia la unión política en Europa.

Si Europa sigue estancada. Si Europa continua siendo inmovilista. Si Europa sigue con esa idea de egoísmo, sin una unión real que demuestre los valores de los europeos. Si Europa sigue beneficiando a las grandes empresas y a los ricos antes que al pueblo. Si Europa no avanza, estamos abocados a su fragmentación. 

Pacto educativo

Desde el establecimiento de la democracia los alumnos españoles hemos sido ratas de laboratorio. Hemos sido la cobaya de multitud de modelos educativos. Hemos sido víctimas de incontables sistemas educativos al gusto del partido de turno.

LODE, LOGSE, LOCE, LOE, LOMCE. Hasta cinco leyes educativas en tan solo 30 años. Ningún partido político ha puesto de su parte para llegar a un acuerdo por la educación. A los profesores y alumnos se les ha ignorado desde siempre, y no se les han escuchado sus demandas. Parece que la cosa empieza a cambiar.

La mejor arma contra un gobierno corrupto y manipulador es la educación. Una educación pública, universal y de calidad es imprescindible. El ninguneo al que hemos sido sometidos por parte de nuestros gobiernos es intolerable. Nunca más la educación debe caer a merced de un partido político. Debe haber un pacto educativo, con consenso social. La voz de las asociaciones de profesores, padres, madres y alumnos, deben ser escuchadas, y sus peticiones atendidas. Es imprescindible que en dicho pacto estén sus peticiones.

La asignatura de religión católica, y de cualquier otra religión debe salir de las escuelas públicas. Desde mi punto de vista, Educación Física debería ser asignatura obligatoria en 2º de Bachillerato. La Filosofía debe volver a ser asignatura obligatoria en todas las modalidades de Bachillerato. La educación debe tratarse de aprender y no de memorizar.

Es imprescindible una asignatura de Educación Social. Como sustituta de la difunta Educación para la Ciudadanía. Que eduque en los valores del respeto, la igualdad, la justicia y la paz. Que sea impartida desde primaria, y que evolucione en su temario hasta la ESO. Mostrando al ser humano como igual, ya sea por su color, sexo, procedencia, orientación sexual etc. Una asignatura que eduque y que construya al alumno en una persona tolerante y bien formada.

En resumen, es imprescindible un pacto educativo, donde se oigan a todas las partes. Imprescindible que el actor principal de dicho pacto sean los profesores, alumnos y padres. Donde el partido de turno no lo modifique a su antojo. Un pacto educativo que convierta nuestra educación en una de las más eficientes del mundo.

Armas en la teletienda

"Una Reserva Militar bien regulada, siendo necesaria para la seguridad de un Estado Libre, el derecho del pueblo a poseer y portar armas, no será infringido.", Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.

Desde la aprobación de dicha Enmienda en 1789 se puede comprar antes un arma que unas vajillas en la teletienda. Una Enmienda antigua y fuera de nuestros tiempos. La Constitución estadounidense no es moderna. No es del siglo XXI.

Los defensores de poseer armas se aferran a la idea de defender. Tienen que defender a su familia. Si tienen que defender a su familia es precisamente por el hecho de que todo el mundo puede acceder a armas. ¿No sería más lógico limitar el acceso y no tendrías que defender a nadie de nada?

Las matanzas anuales que se producen en EE.UU suelen ser tradición. Al día se producen 30 mil muertos por armas de fuego. Tres muertes cada hora.

Las matanzas de Columbine, Virginia Tech, Sandy Hook, o más reciente aún, la de Orlando, la peor matanza desde el 11-S, se pudieron evitar. La restricción de armas es imprescindible. EE.UU debe tener una legislación de posesión de armas como en Europa. Barack Obama y el Partido Demócrata es partidario de restringir el acceso a armas, el problema es la mayoría republicana en el Congreso.

Que cualquier persona posea un arma es altamente peligroso. La Enmienda II de la Constitución de EE.UU es del año de la Revolución francesa. No cabe en nuestros tiempos. Su ley también ampara este "derecho" a poseer armas. Lo raro es que no haya más matanzas como estas a diario, ya que cualquier persona sin antecedentes puede comprarse un fusil de asalto M4A1, ir a Times Square y liarse a tiros.

En Estados Unidos el odio y la libertad de acceso a armas es una mala mezcla. Una suma que causa muerte y dolor. Una suma que aprovecha Donald Trump, el mayor peligro interno que tiene EE.UU para su seguridad.

Estados Unidos debe modernizarse y acabar con este "derecho" del siglo XVIII. La violencia no se corta con más violencia, sino quitándole el agua al pez. 

La nueva socialdemocracia

La vieja socialdemocracia se ha vuelto socioliberal. Se ha vendido al liberalismo y al neoliberalismo económico. 

Los partidos que se autodefinen socialdemócratas y liberales, definitivamente mienten. El socialismo democrático no es compatible con el liberalismo. Es el caso del partido Ciudadanos, cuyo líder en 2008 decía que su partido era "liberal, socialdemócrata de centro izquierda", es decir, una amalgama sin sentido, cuyo único fin de dichas declaraciones era abarcar el mayor número de votos de todos los sectores.

El PSOE, tras acercarse al neoliberalismo en el 86, y perder lo poco que le quedaba de socialdemócrata, tras su respuesta a la crisis económica de 2008, ha ocupado el campo del socioliberalismo. En esta campaña electoral intentaran adueñarse de la etiqueta de socialdemócratas, pero solo será eso, etiqueta. Sus actos son totalmente contrarios.

La socialdemocracia es la herramienta que consigue la igualdad social, la justicia social e igualitaria, la defensa de nuestro planeta y del medio ambiente, la ayuda a los más desfavorecidos, la participación ciudadana en asuntos de gobierno, y el progresismo como vía de evolución, entre otras. A día de hoy, el único partido de España que representa a la socialdemocracia es Podemos, y no por la etiqueta, sino por los hechos.

La vieja socialdemocracia ha intentado modificar y llevar hacia el neoliberalismo la realidad socialdemócrata, con lo que han conseguido tener una mala imagen. Por ejemplo, al impulsar la Tercera Vía que la lleva directamente al liberalismo. La socialdemocracia real aboga por un intervencionismo económico democrático. Acabando progresivamente con el capitalismo para construir un sistema más justo. Defiende unos servicios públicos de calidad, dando mucho hincapié en una sanidad y educación pública, universal y de calidad. Es ecologista y defiende el medio ambiente, potenciando el uso de energías renovables. Lleva al pueblo a una mayor participación en los asuntos de Estado. Defiende el Estado laico y de progreso, con impuestos progresivos donde los que más tengan aporten mayores impuestos. Defiende una Seguridad Social donde se contrarreste la pobreza con ayudas al desempleo, jubilación, etc. Apoya el multiculturalismo y se aboga por una política exterior que defienda la democracia, la paz y los Derechos Humanos. Las etiquetas no valen, valen los actos.

La vieja socialdemocracia ya no es creíble. Ya no representa a la izquierda. Ha nacido una nueva socialdemocracia. Es hora de recuperar lo que no usan, a través de actos, y que no se escondan detrás de unas etiquetas cuando realmente pretenden aplicar políticas neoliberales.