Pacto educativo

Desde el establecimiento de la democracia los alumnos españoles hemos sido ratas de laboratorio. Hemos sido la cobaya de multitud de modelos educativos. Hemos sido víctimas de incontables sistemas educativos al gusto del partido de turno.

LODE, LOGSE, LOCE, LOE, LOMCE. Hasta cinco leyes educativas en tan solo 30 años. Ningún partido político ha puesto de su parte para llegar a un acuerdo por la educación. A los profesores y alumnos se les ha ignorado desde siempre, y no se les han escuchado sus demandas. Parece que la cosa empieza a cambiar.

La mejor arma contra un gobierno corrupto y manipulador es la educación. Una educación pública, universal y de calidad es imprescindible. El ninguneo al que hemos sido sometidos por parte de nuestros gobiernos es intolerable. Nunca más la educación debe caer a merced de un partido político. Debe haber un pacto educativo, con consenso social. La voz de las asociaciones de profesores, padres, madres y alumnos, deben ser escuchadas, y sus peticiones atendidas. Es imprescindible que en dicho pacto estén sus peticiones.

La asignatura de religión católica, y de cualquier otra religión debe salir de las escuelas públicas. Desde mi punto de vista, Educación Física debería ser asignatura obligatoria en 2º de Bachillerato. La Filosofía debe volver a ser asignatura obligatoria en todas las modalidades de Bachillerato. La educación debe tratarse de aprender y no de memorizar.

Es imprescindible una asignatura de Educación Social. Como sustituta de la difunta Educación para la Ciudadanía. Que eduque en los valores del respeto, la igualdad, la justicia y la paz. Que sea impartida desde primaria, y que evolucione en su temario hasta la ESO. Mostrando al ser humano como igual, ya sea por su color, sexo, procedencia, orientación sexual etc. Una asignatura que eduque y que construya al alumno en una persona tolerante y bien formada.

En resumen, es imprescindible un pacto educativo, donde se oigan a todas las partes. Imprescindible que el actor principal de dicho pacto sean los profesores, alumnos y padres. Donde el partido de turno no lo modifique a su antojo. Un pacto educativo que convierta nuestra educación en una de las más eficientes del mundo.