miércoles, 3 de enero de 2018

Bernie, la luz del Partido Demócrata



La elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos significó un mazazo para las libertades civiles, para la igualdad, para la lucha contra el cambio climático, para el multilateralismo y para la izquierda en general. Era una elección entre un viejo loco o la chica de Wall Street, la chica del establishment. Lo que millones de votantes de Estados Unidos no sabían, aunque era más que obvio, es que Donald Trump también representaba a ese establishment. Ahora muchos de los que le votaron son deportados, muchos de los que le votaron se quedan sin acceso a la sanidad. La elección de Donald Trump no solo fue fruto de un desasosiego de la población estadounidense que sufría las políticas neoliberales, así como de una gran parte del electorado nacionalista y conservador de la América profunda, sino también de una rival desgastada que representaba todo lo malo conocido.

No seré tan temerario como para afirmar que con Bernie Sanders no tendríamos a Donald Trump como presidente de EE.UU, pero sí que podemos afirmar que esa posibilidad habría estado mucho más cerca y que el resultado del Partido Demócrata sería más favorable. En la política estadounidense es complicado encontrar a figuras claramente de izquierdas que representen un gran peso a escala nacional, pero la irrupción de Sanders significó un cambio en la política norteamericana y en el propio Partido Demócrata  pese a presentarse como independiente.

Tras las elecciones de hace un año, el Partido Demócrata comenzó a entrar en una especie de declive depresivo sin un líder carismático, y prácticamente continúa así. El Partido Demócrata siempre ha sido un partido muy heterogéneo, habiendo desde políticos conservadores hasta progresistas  recuerdo que el término progresista en Estados Unidos es poco usado y se usa en su lugar el término liberal El problema de los demócratas ha sido su derechización progresiva hacia un socioliberalismo, que les empezaba a no diferenciar de los republicanos. La supervivencia del Partido Demócrata depende de su transformación, de recuperar a la clase trabajadora y media que ha acabado votando a un multimillonario. Esa transformación que puede devolver la luz al Partido Demócrata viene de la mano de Bernie Sanders.

Bernie Sanders, autoproclamado como socialista democrático, se ha convertido en una referencia para gran parte de los demócratas, principalmente jóvenes, y ha ganado un gran peso político tras ponerle difícil las primarias a Hillary Clinton. Sin embargo, en una gran parte de Estados Unidos, hablar de socialdemocracia es como hablar de comunismo. Tal vez es fruto de una historia en permanente tensión por el fantasma del comunismo soviético que ha mantenido a muchos estadounidenses en tensión, lo que ha llevado a que hablar de socialismo se convierta casi en un tabú en Estados Unidos.

No obstante, los tiempos cambian y comienzan a despertar aires nuevos. Un ejemplo de ello es el gran apoyo que tuvo Sanders en las primarias demócratas y que mantiene a día de hoy. Por ello, no soy el único que apuesta por que Bernie Sanders vuelva a la primera fila en 2020 y se convierta en el candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos de América.



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