José de Nazaret era un cornudo

Se acerca la Navidad y ese 25 de diciembre en el que se celebra el nacimiento — si es que realmente nació en tal fecha — de Jesús de Nazaret, profeta del Cristianismo, pero no olvidemos que para el Islam también es un mensajero de Dios. Jesús tiene para dar y tomar en todas partes. 

En estas fechas, los más creyentes colocan el Belén con José, María, el niño, el buey, la mula, los reyes... Son unas fechas para pasarlas en familia, rodeados de los seres más queridos. Unas fechas que, por suerte, se han secularizado. Para unos representa una tradición religiosa y espiritual, para otros no es más que una fecha. Una fecha cercana al fin de año que no es más que una vuelta de la Tierra alrededor del Sol.

Pero sigue habiendo un sentimiento religioso fuerte en muchas personas que celebran estas fechas con emoción. Estas personas recuerdan, o más bien imaginan, aquello como algo milagroso y fantástico. Como si María no lo hubiera pasado mal en el parto y la salida de Jesús de su útero hubiera ocurrido por arte de magia, pero este no es el tema que vengo a tratar. También se "recuerda" la concepción como un acto divino del Espíritu Santo. Permitidme que me descojone, ¡José era un cornudo!

La Biblia siempre ha intentado mostrar el suceso como un acto divino que trajo consigo a un profeta, a un mesías. Al hijo de Dios en la Tierra. Como el suceso de una paloma que engendra a un niño en el cuerpo de una humana. Vamos, un acto de zoofilia un tanto complejo. No sabemos si fue la Biblia o la Iglesia, o ambas, quienes tergiversaron la historia, o que a José le había salido un competidor del que no era consciente.

Vamos a ponernos en contexto. Supogamos que la Virgen María no tuvo relaciones sexuales con José y que era virgen de verdad. Y que un día, por arte de magia, está embarazada. Lo más probable es que José se mosqueara y preguntara. La respuesta de María sería algo así como que ha sido fecundada por una paloma, que en realidad era el Espíritu Santo, y que ella no ha mantenido relaciones sexuales con nadie. Sinceramente, lo que más me sorprende es que José la creyera. Bueno, en realidad, lo que más me sorprende es que a día de hoy miles de personas se crean que el padre de Jesús es una paloma.