lunes, 11 de septiembre de 2017

Reduce, reutiliza y recicla


Para tener un par de pantalones vaqueros, observando todo el ciclo de vida de éste, se necesitan 8.000 litros de agua, ese es el agua que consume una persona en 11 años si ésta consume 2 litros de agua al día. Para una taza de café se necesitan 130 litros de agua, lo que una persona consume en 65 días. Para un par de alianzas de matrimonio se necesitan extraer entre 4 y 100 toneladas de roca para solo obtener esos 10 gramos de oro. A día de hoy necesitamos 1,5 Tierras para suministrar recursos a toda la humanidad, en 2050 habrá unas 9.600 millones de personas, necesitaremos 3 planetas para mantener nuestras formas de vida. Debemos repensar las formas de producir y de consumir.

Es imprescindible concienciarse con el problema. Creemos que lo tenemos todo y que todo es nuestro. No pensamos que al otro lado del cielo azul hay un universo enorme que nos ha puesto aquí aleatoriamente. Nos aferramos a la inquebrantable creencia de que la Tierra es nuestra. Lo que hay en este planeta no es nuestro, está con nosotros. Debemos cambiar nuestras formas de producir y, sobre todo, de consumir.

La triple R o la regla de las tres erres (3R) consiste en reducir el consumo, reutilizar y reciclar. Esto conlleva para muchos cambiar sus formas de vida. Un pequeño cambio a favor de esto, por pequeño que sea, consiste en un gran logro para ti, para la sociedad, para el medio ambiente y para la Tierra en general. Porque pequeños logros de cada uno de nosotros constituyen un gran cambio global.

Debemos reducir el consumo. Hay que evitar los gastos superfluos, es decir, los que no desempeñan ninguna función de utilidad. Hay que priorizar las necesidades sobre los deseos. Incluso las necesidades de la propia comunidad. Debemos pensar colectivamente, no individualmente.
Por ejemplo, los teléfonos móviles de última generación tienen una vida de aproximadamente 3 años, nuestra mentalidad debe ser superar esos tres años. Así con todo. ¿Quieres un nuevo smartphone? Espera a que el tuyo se muera, no compres uno nuevo solo porque sea mejor que el que tienes. Adquiere necesidades. Con esto no quiero decir que no se compren elementos simbólicos o caprichos, solamente invito a ser consumidores responsables. Hay que acabar con el consumismo criminal de comprar - usar - tirar - comprar.
Debemos ser consumidores más responsables. Adquirir elementos con etiqueta ecológica o en tiendas ecológicas. No digo siempre, pero realizar una transición a ello. Las empresas, poco a poco, se harán ecológicas. Comparar electrodomésticos o móviles entre sí, para observar cuál contamina menos. Comprar vehículos de 0 emisiones o eléctricos, o por lo menos híbridos. La transición energética es imprescindible.

También es imprescindible reutilizar. Evitar tirar aquello que puede ser aún útil o necesario. Si no lo necesitas tú, puedes regalarlo, donarlo o venderlo. Intentemos tirar lo menos posible, reutilicemos más. Aquí volvemos a lo de antes, si un móvil te sirve aún, ¿para qué tirarlo y comprar otro? Utilizo el móvil como ejemplo, pero sirve para todo.

Y por último, y no menos importante, reciclar. Es imprescindible. La mayor parte de la gente recicla, y eso es un gran logro. Invito a reciclar aún más. Casi todo puede ser reciclado. Cristal con cristal, plástico con plástico, orgánico con orgánico, cartón con cartón, pilas con pilas...

Piensa globalmente, actúa localmente. Necesitamos una conciencia global. Cada uno de nosotros podemos contribuir a mejorar este planeta antes de que sea tarde.  Podemos hacerlo, y no se necesita ser líder de nada o participar en nada, sino actuar en nuestra propia vida cotidiana dentro de nuestras casas. Debemos hacerlo y debemos empezar ya.

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