Jaque a la democracia

Hoy, 20 de septiembre de 2017, comienzan las detenciones políticas en España. El Gobierno de Mariano Rajoy ha entrado en una deriva autoritaria sin precedentes en democracia, fruto de su incapacidad conservadora de buscar el pacto y el diálogo, y aprovechando este conflicto como herramienta política nacionalista que le otorga votos.

Es intolerable que pueda haber presos políticos en España. El pilar de la democracia es votar. No están deteniendo a altos cargos de la Generalitat por corrupción u otro delito doloso, sino por querer poner urnas. En alerta antiterrorista 4 y con un reciente atentado en suelo español, la policía busca papeletas en lugar de terroristas.

Estos registros, estas conferencias y actos prohibidos, y estas detenciones ya no son un problema de Cataluña, son un problema que nos conciernen a todos. Están dilapidando las libertades civiles y la propia democracia. Están vulnerando la propia Constitución que tanto defienden y los artículos 2, 19 y 20.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ayer, el Congreso rechazó estas prácticas autoritarias y represivas del Gobierno, con el único voto a favor de ellas de PP y Ciudadanos. Si piensan que a través del Derecho Penal y de la policía van a cambiar el pensamiento de los catalanes lo llevan claro.

Este problema puede acabar bien o fatal. La única solución es un referéndum pactado con el Estado, con garantías y vinculante. La consulta unilateral del 1 de octubre es legítima pero inútil. Complica y dificulta más las cosas. No hay otra salida que la de un referéndum. Con una buena campaña a favor del "no", de una Cataluña en una España federal. La actitud neofranquista y reaccionaria del Gobierno del PP acabará haciendo necesario que se pida la supervisión de la comunidad internacional.