Esta entrada es un poco más personal. Han pasado 9 días desde que perdí a un hermano. Algunos pensarán que una mascota es algo menor, seguramente sea porque nunca han tenido una. Toca pasar página, quedarse con los buenos recuerdos y continuar por él.
Toca aceptar, pero nunca jamás olvidar. Nos quedamos con cada segundo, con cada momento, con cada situación. Nos quedamos con tu felicidad y con la que nos diste tú.
Doce años es una edad anciana para un perro, pero siempre es pronto. Nunca estás preparado, aunque desde el minuto uno sepas que ocurrirá. Gracias a mi perro, Bolita, aprendí a querer a los animales. Aprendí que el ser humano es la única especie capaz de hacerlos daño por diversión. Gracias a mi perro aprendí que una de las prioridades debe ser la protección animal. Todo el mundo debería, al menos una vez en la vida, tener una mascota, cuidarla y quererla. Sin embargo, siempre hay seres despreciables que no deberían acercarse nunca a un animal.
Es pronto para decirte adiós, por eso prefiero despedirme con un hasta luego. Aunque ese hasta luego sean solo palabras. La fe es un don que no me ha sido otorgado, y el más allá un lugar inexistente, por lo que es difícil que te vuelva a ver. Hay que ser realistas.
Hasta siempre pequeño.
Bueno, estoy emocionado, con tus profundas y sentidas palabras. Son las de una persona excepcional, a pesar de la sencillez. Aunque, como en este caso, estén dedicadas a Bolita, son perfectamente extrapolables a cualquier otra mascota, o cualquier otro Amigo. Eres tu, Sergio, quien siente, lo que es mucho, y que lo expresa, lo que no es poco, hasta alcanzar corazones ajenos con cuatro palabras y muchos más sentimientos y emociones.
ResponderEliminarCada día creo menos en las casualidades y, desde luego, tu no lo eres. Gracias por ser como eres.