¿Qué necesidad hay de buscarnos unas diferencias que carecen de sentido? ¿Qué necesidad hay de odiarse sin conocerse? ¿Qué necesidad hay de matarse por un país? Un país. ¿Qué es un país? Nada más que algo jurídico y legal. Si bajamos la vista desde la Estación Espacial Internacional no veremos fronteras. No veremos líneas que delimiten espacios. Solo veremos agua y tierra.
Somos una especie acomplejada. Una especie que ha evolucionado obsesionada por sus diferencias. Diferencias que son meras singularidades. Una especie que se mata por esas diferencias. Que se mata también por su egoísmo y su falso orgullo. Una especie cuyos individuos han crecido en la desconfianza del uno y del otro. Somos el virus de este planeta.
Hemos crecido dividiéndonos por muros. Dividiéndonos por religiones y nacionalidades. Hemos creado una amalgama de países, que a priori pueden funcionar como herramientas de administración de los diferentes territorios del planeta, pero que hemos acabado haciendo de ellos una locura sentimental que te lleva a matar por una bandera.
Cuando el mundo parece hoy más unido que nunca en la historia, cabe sospechar que son meros espejismos. Ahí están los intereses propios de cada uno, el egoísmo y la economía. Economía que hemos levantado a hombros como si fuera una nueva religión y su Dios fuera el dinero. Que equivocados estamos. Cuando el dinero vuelva a ser un simple papel, muchos entenderán aquel dicho de que la avaricia rompe el saco. Cuando no tengamos marcha atrás en el cambio climático, muchos llorarán por haber priorizado la economía al planeta. La Tierra se merece expulsarnos por la puerta de atrás. Pedimos a gritos que se nos ponga un cordón sanitario.
No obstante, aún hay esperanza. Esperanza de que la gente cambie, y con ellos los líderes. Esperanza en que la mentalidad inquisitoria finalice. Esperanza en que el pensamiento económico cambie. Esperanza en que el mundo vea lo que está perdiendo y lo que de verdad está haciendo. Esperanza en que la humanidad despierte y abra los ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario