El cambió llegó, y con ello los cambios de formas en la política. Mientras unos se chapan a la antigua y mantienen sus diferencias en la rivalidad y en las sombras, en Podemos se realizan debates.
Sería un grave problema y me causaría pavor que todos los miembros de Podemos pensaran exactamente igual. Eso se parecería más a las sectas, donde todos aman al líder y donde nadie le reprocha nada. Sí sí, como en el Partido Popular.
La diversidad y la pluralidad enriquece todo lo que toca. Ya sea un planeta, un Estado o un partido político. Desde los medios de comunicación y desde el resto de partidos políticos no entienden que estos debates son lo más común en el resto de países occidentales. Parece que quieren clones. España está chapada a la antigua. A la uniformidad. A la disciplina de voto. Al "si uno no piensa como tú esto es una crisis". Pues bien, esto es lo más común en el resto de fuerzas europeas. El debate es imprescindible para construir alternativas de consenso.
Podemos es una fuerza política joven, en crecimiento y única. Única porque pocas fuerzas en toda Europa, por no decir ninguna, han logrado algo tan grande: que en solo dos años sea la tercera fuerza política con más de 5 millones de votos en la cuarta economía del Euro. Hasta Barack Obama está impresionado, como afirmó en julio de este año. Podemos todavía se tiene que estructurar, es joven, y eso pasa necesariamente por el debate.
Muchos quieren pintar esto como una crisis. Quieren presentar una cara de discrepancia total. Lo exageran demasiado. En Podemos hay unanimidad en cuanto a la línea política y los objetivos. La única discrepancia es la hoja de ruta, que será solventada en Vistalegre 2. Estos debates deberían hacerse más comunes en este país.
Como he dicho antes, existe un debate pero también una exageración por parte de todos los medios. ¿Por qué? Porque esto vende. Esto vende más que nada. ¿Se habla de las fuertes discrepancias entre Albert Rivera y Carolina Punset, que se disputan el liderazgo? Que va, ¿por qué? Porque esa bobada no vende. Discrepancias entre Íñigo Errejón y Pablo Iglesias venden mucho. Existe algo de morbo en todo esto. Los medios quieren vender. Ya lo decía Mark Twain: "Si usted no lee el periódico está desinformado, si usted lee el periódico está mal informado".
Con esto no niego las discrepancias. Las hay. Y menos mal que las hay. Debe haberlas. La última palabra la tienen los inscritos. Debe haber un debate fraterno y sano. No hay que olvidar que son todos compañeros con un mismo fin. A la gente no le importa esto, le importa el paro, la sanidad, la educación, el cumplimiento de los DD.HH, el medio ambiente...
Necesitamos a ese genio de la comunicación que es Pablo Iglesias, a su fuerza y a su sensatez. Necesitamos la inteligencia, la calma y la coherencia de Íñigo Errejón. Son imprescindibles. No hay que olvidar que esto no va solo de dos, detrás hay mucho equipo. Toda la dirección, diputados, militantes, simpatizantes... Esto es un debate de todos, no de dos. No hay que centrar esto donde las élites quieren centrarlo.
En su momento, fue lo primero que dijo Varoufakis: van ha intentar dividiros-romperos. Claro que tiene morbo y vende. El problema que veo es la insuficiencia en las explicaciones. Que se repita una y otra vez, lo que se ha expuesto aquí arriba. Si no, puede pasar como en las primeras elecciones -20D: Pacto PSOE/CIUDADANOS, manipulación de las negociaciones PSOE/PODEMOS y al final, fueron, han sido y serán, los culpables de que gobirne el PP/M.Rajoy por querer chantajear/ocupar, ministerios contra el PSOE. Todavía el "latiguillo" de que PODEMOS permitió que gobierne Rajoy. Por eso creo que es muy importante dar a los simpatizantes/votantes el máximo de información de todos los asuntos que se cuecen en las "salas de máquinas" de PODEMOS. Si se permite que se tergiversen los temas y que cada uno tenga que imaginárselos por su cuenta, la descomposión y el desánimo influirá en el fin de PODEMOS al convertirse en una organización profesional y sin atractivo.
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