"Si la humanidad no es capaz de pensar como especie, si sigue pensando apenas como país, y como clase social, y pensando solo en lo nuestro, entonces la civilización está condenada", José Mujica.
Los nacionalismos y los patriotismos de bandera nos han llevado a la hipocresía, al odio, al egoísmo, a la violencia... Nos han llevado a épocas de luchas. Nos han llevado a vernos las mínimas diferencias para odiarnos. No nos hemos dado cuenta de que somos una misma especie, un mismo ser, dentro de su diversidad.
En la historia de la humanidad se han llegado a ver luchas entre naciones, por el hecho de ser de diferentes países. Las naciones, los países, son necesarios. Son una forma de organizar la geografía del planeta para su fructífera administración. La organización en países, naciones, Estados y/o regiones es indispensable. El problema son los patriotismos y los nacionalismos. Cuando tu país se convierte en tu droga. Es bueno sentirse bien de pertenecer a tu país, a tu tierra, y de defenderla ante las injusticias. El problema es cuando superpones a tu nación por encima del resto. Como diría Oscar Wilde, "El patriotismo es la virtud de los depravados".
La bandera de Naciones Unidas es un primer paso para representarnos a todos. La ONU, con muchas cosas que cambiar, avanzar y mejorar, es una herramienta que sirve o puede servir como sistema de representación planetaria. Representando a todo el ser humano. Todo esto pasa por atar lazos entre naciones. La amistad entre las naciones. La paz entre ellas. Son elementos imprescindibles para pensar, antes que como países, como especie.
La unión hace la fuerza. El futuro de la especie está mas allá de este astro en el cual nos encontramos vagando por el universo. Debemos pensar como especie. Debemos pensar como seres humanos. Pelear por la fraternidad entre todos los pueblos de la Tierra, que en sí, hacen un solo pueblo: el terrícola.
"Somos un barco navegando por el universo, debemos empezar a pensar como especie", José Mujica.
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