¿Qué pensaríamos si en un país europeo un gobierno, que tras unas elecciones, ha perdido la mayoría absoluta en el parlamento, no se presentara ante éste para rendir cuentas de sus actos como en todas las democracias? Esto es lo que pasó ayer, y lo que lleva pasando durante las últimas semanas en España.
El gobierno está en rebeldía porque va a perder el poder. Se aferra a que aún no tiene la confianza del parlamento. Sin su confianza, con más motivos debería rendir cuentas. ¿En qué país democrático y libre se ha visto que un gobierno no rinda cuentas al parlamento, que no acuda a las preguntas de los parlamentarios y de las comisiones? Es propio de un régimen totalitario.
Ayer, como se muestra en la imagen, la bancada del gobierno estaba vacía. Una vez más. Solo para no recibir las recriminaciones de la oposición. Hace unas semanas el Congreso se posicionaba en contra del Tratado UE-Turquía, no obstante, el gobierno ignoraba al parlamento y se saltaba la posición común que debía llevar a Europa. Consecuencia: España firmaba el tratado de la vergüenza.
El Partido Popular se ha mantenido 4 años con mayoría absoluta, sin consultar al resto de partidos. Les duele haber perdido la mayoría en el Congreso. Les hierve la sangre cuando salen rechazadas sus propuestas en las votaciones. Quieren seguir disfrutando de inmunidad plena en el parlamento. Pero esto se acabó. Ni tienen mayoría en el Congreso, ni tienen la confianza de éste. Se autodefinen radiantes defensores de la Constitución, pero precisamente, no acudir a rendir cuentas es anticonstitucional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario