sábado, 12 de marzo de 2016

La vergüenza de Europa


¿Dónde quedó la Europa de la solidaridad? La Europa del ejemplo. ¿Dónde quedó la Europa del premio Nobel? ¿Qué Europa es esta?

Los gobernantes de esta unión, a la que ya podríamos llamar confederación, están retratándose. Mientras la mayoría de la población europea pide acoger a los refugiados, los gobernantes acuerdan sobornar a Turquía para que se quede con ellos.

El acuerdo firmado entre la Unión Europea y Turquía es tachado por Naciones Unidas y Amnistía Internacional de ilegal. El acuerdo es rechazado por todo el parlamento español, que por cierto, Mariano Rajoy se negaba a comparecer en el Congreso para llevar una postura común de España a Europa sobre el acuerdo, ante la presión, ahora parece que cederá y comparecerá. Todo el parlamento rechaza el acuerdo.

Un acuerdo que dará 3.000 millones de euros a Turquía y agilizará los trámites para integrar a éste en la Unión Europea, a cambio de dejar a los refugiados en Turquía. Vergonzoso. El número de refugiados no representa ni el 1% de la población europea. Europa se ha retratado como denigrante e insolidaria, más propia del siglo pasado. Les enviamos a Turquía, un país que de democracia está muy ausente, donde la libertad de prensa no existe, y donde los refugiados viven en condiciones pésimas. Nos sale más caro pagar a Turquía que realojar a esta gente en Europa. Es de locos. Yo no quiero a esta Turquía dentro de la Unión Europea.

Una Europa que deja morir a niños en Lesbos, donde la única ayuda que reciben es de voluntarios. Donde debería ser un mundo sin vallas, se está convirtiendo en un mundo de feudos.

Esta Europa es denigrante y rastrera. Hasta 2019 no habrá elecciones europeas. Auguran 3 años más de esta bochornosa Europa, sino caen más. Además de que si no hay cambios en los gobiernos de los Estados fuertes, seguiremos igual. Hay que democratizar las instituciones europeas. No solo basta con elegir en las elecciones a los europarlamentarios. Ahora mismo no tenemos una estatura ética y moral con la que merezcamos llamarnos humanos. Si no tenemos una estatura moral, no tendremos la conciencia tranquila.

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