El Senado es una institución que no sirve ni para limpiarnos el culo. Es el cementerio de elefantes. Es el mecanismo por el cual los políticos se van a forrarse y a tener inmunidad.
El Senado no sirve de nada. Las leyes que se aprueban en el Congreso remiten al Senado para que éste las apruebe. Si no gustan dichas leyes, las paralizan durante una buena temporada. El sistema bicameral está viejo y obsoleto, típico de regímenes tradicionalistas y conservaduristas.
Sirve para mantener aforados a sus senadores ante la justicia. Un método de protección ante la Ley. El aforamiento, un sistema que debe ser eliminado. Un ejemplo de ello es Rita Barberá, senadora del PP que está perseguida por la justicia. Fue ahí para salvarse el culo.
52 millones de euros nos cuesta el Senado al año. Más de 50 millones de nuestros bolsillos para una institución que no es necesaria, y de la que podemos prescindir. No podemos permitir este atropello. ¿Podemos dejar de ser tan tontos?
Seamos coherentes, debemos eliminar el Senado. No sirve para absolutamente nada. Nuestro sistema debe ser unicameral. Abandonemos los tradicionalismos y las absurdeces. Abandonemos lo que no nos sirve para nada.
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