domingo, 24 de enero de 2016

Juego de pactos


Toca mover ficha. Aquí pueden suceder dos cosas: gobierno del cambio de izquierdas o nuevas elecciones.

El PSOE se juega sus siglas y a sus votantes. PODEMOS ya ha ofrecido a Pedro Sánchez, líder del PSOE, una oferta de gobierno, pero con condiciones y sin juegos de sillas. Izquierda Unida también apuesta por un gobierno de izquierdas con tal de desahuciar al Partido Popular de La Moncloa. El Partido Popular y su muleta, Ciudadanos, prefieren un pacto a tres (PP-PSOE-Ciudadanos), cosa que ya ha rechazado el PSOE.

Sí hay un pacto como el esperado, el gobierno constaría de tres partidos. Un tripartito PSOE-PODEMOS-IU, donde el gobierno quedaría repartido entre estos tres partidos.

El mayor problema para pactar lo tiene el PSOE debido a sus divisiones internas. Los barones del PSOE son reacios al pacto con PODEMOS debido a que, como absurdamente dicen, "hace peligrar la unidad de España", y prefieren un pacto con el PP. Usan la excusa del "derecho de autodeterminación" cuando ellos mismos lo pedían en 2012.

Ahora mismo en el PSOE existen dos PSOE: 
  • El PPSOE, que prefiere una gran coalición a la alemana. Apoyada por una buena parte de los barones del PSOE y donde su cabecilla parece ser Susana Díaz, presidenta de Andalucía, pero que de socialista y obrera no tiene absolutamente nada.
  • El PSOE que busca un pacto con partidos de izquierdas. Apoyado por Pedro Sánchez y la dirección del partido.
El PSOE se juega estar en uno u otro grupo. Se juega su existencia. Pactar con el PP le llevaría a un suicidio político, a su desaparición. El PSOE debe estar a la altura. Debe plantearse si de verdad son de izquierdas. Debe recuperar la S y la O de sus siglas, por mucho que Susana Díaz y compañía quieran convertir el partido en la muleta del PP. El tiempo corre, el PSOE se la juega, debe decidir si está con la gente o con las élites financieras.

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