Por un lado unos piden intervenciones militares, por otro lado piden soluciones políticas y por otro se aferran a teorías conspirativas que no tienen base para sostenerse. Pero casi todo el mundo piensa en buscar una solución al conflicto.
La guerra nunca ha solucionado nada, y ha causado problemas posteriormente. Pero entonces ¿cómo destruimos a Daesh sin soluciones por la fuerza? Negociar con ellos no se puede, ni tampoco hablar. Las revoluciones se hacen por la fuerza. Deshacerse del yugo extremista es el objetivo. La fuerza, la solución.
Pero ¿cómo organizamos la ofensiva, sin que esto genere males mayores? Negociando con todas las partes. Acabar con Daesh es posible, y se conseguirá derrotar. No el yihadismo, ya es una variante del islam, una ideología. Nunca acabaremos con el extremismo yihadista, pero sí podemos debilitar sus organizaciones.
La única solución es sentar a todas las partes en una mesa de Naciones Unidas. Sentar a EEUU, a Rusia, a la OTAN, a Irak, a Siria, al dictador sirio Bashar Al Assad, al Ejército Libre Sirio, a la Liga Árabe, a los kurdos y demás países de la ONU. Negociar y hablar entre todos, para buscar una solución y atajar el conflicto en Siria. Que Al Assad se vaya del gobierno sirio, y que lo sustituya otro. Eliminar las fuentes de financiación de Daesh, tanto las empresas europeas y americanas que compran su petróleo, como los países que los financian (Arabia Saudí y Qatar). Y encontrar y organizar una solución contra Daesh. Debilitar su organización y eliminar sus campamentos y bases.
La solución siria pasa por hablar. Pasa por negociar. Apartar el orgullo de algunos países que aprovechan el conflicto para ganar unos la hegemonía regional y otros la hegemonía mundial. El pueblo sirio se muere. El pueblo huye a Europa. Quieren soluciones, y la única forma para organizarse contra el terrorismo y solucionar la guerra es hablando.
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