sábado, 2 de junio de 2018

¡A trabajar!


Después de siete años de dolor y lágrimas, de políticas lesivas contra las y los trabajadores, contra las mujeres, contra el medio ambiente, hemos echado al Partido Popular de la Moncloa. Se ha demostrado que sí se podía. 180 escaños y más de 12 millones de votos  más de un millón de votos más que con los que llegó Rajoy a la Moncloa  han desalojado la corrupción del Gobierno de España. Nos tragaremos sus presupuestos de 2018, señor Rajoy, pero su banda criminal no tocará el poder.

Mariano Rajoy y sus ministros han sido cesados. Es el primer presidente de la democracia que es expulsado por el Parlamento. Les toca regenerarse, si es que pueden, desde la oposición. Ahora, el PP se cree que España es suya, que el Gobierno les pertenece por derecho natural, y no es así. España no es el PP, ni el PP se parece a España. Por mucho que ahora usen la política del miedo no les servirá, la gente no es tonta, la gente no es el PP.

En la moción de censura quedó evidente que Ciudadanos no representa regeneración ninguna. Se quedó solo junto al PP apoyando la Gürtel. Pretendió mantener en el poder a un gobierno cuyo partido político ha sido condenado por corrupción y cuyo presidente del Gobierno ha sido cuestionado por la Audiencia Nacional. Al partido de Albert Rivera no le importan los españoles, mira desde el partidismo iluminado por la creencia de que conseguirá rédito electoral con unas encuestas cocinadas a su gusto. El partido naranja ha quedado retratado como muleta de la corrupción, como populista y como neofascista.

Es un día de alegría para todos los progresistas. Se abre un futuro esperanzador. Toca trabajar codo con codo. Llegar a acuerdos y revertir las políticas lesivas del PP. El principal socio del Gobierno debe ser Unidos Podemos. El PSOE construirá un Gobierno en minoría de 84 diputados, aunque debería incluir en él a la formación morada, ya que 156 escaños son más que 84. No obstante, Pedro Sánchez sabe que debe pactar con UP y hacer políticas de izquierda. Hay que derogar la LOMCE, la Ley Mordaza, el impuesto al sol, revertir los recortes en sanidad y educación, invertir en I+D+I, derogar del Código Penal el delito de ofensa a los sentimientos religiosos, dialogar con Catalunya, lograr la igualación salarial entre mujeres y hombres. Realizar políticas alejadas de la austeridad y aplicar un programa de rescate social.

Siendo el PSOE, hay que ser cautos y prudentes. Solo espero que no traicionen su palabra. De la misma forma que espero que Jordi Sevilla, un socioliberal acérrimo, no entré en el futuro Gobierno como dicen ciertos rumores. Así mismo, la promesa del cargo de presidente que ha hecho Pedro Sánchez sin crucifijo ni biblia es un gran gesto, aunque no debería ser noticia. Pero es un paso hacia adelante, hacia el siglo XXI. Esperemos que en la próxima jura del cargo tampoco haya un rey.

Ahora hay que pensar en la gente y en el medio ambiente, no en los partidos. Toca trabajar. Toca demostrar que la izquierda gobierna mejor que la derecha, y que lo hace por y para los ciudadanos. Para que dentro de dos años podamos ganar las próximas elecciones generales junto al PSOE. Hay algo que ha quedado evidente y es que se podía, se pudo y ¡sí se puede!

No hay comentarios:

Publicar un comentario