miércoles, 7 de marzo de 2018

El hijo enfermo del patriarcado: ser hombre y feminista


Desde tiempos antiguos el patriarcado se ha ido estableciendo como sistema dominante de opresión. El patriarcado como sistema y el machismo como actuación o acción. Parece mentira que un sistema tan reaccionario perdure hasta la actualidad, pero ese mantenimiento ha sido posibilitado, entre otros, por el sistema de explotación capitalista. Cuando Inés Arrimadas, una de las principales cabezas de Ciudadanos, afirma que no apoyará la huelga feminista del 8 de marzo porque es anticapitalista, quiere decir que contra lo que lucha dicha huelga  como es la violencia machista, la desigualdad salarial y, en general ,la subordinación de la mujer respecto al hombre  es contra un sistema, como el capitalista, que se sustenta, entre otros, en el patriarcado y en la explotación de género. Es decir, confirma que el patriarcado y el capitalismo van de la mano.

Sin embargo, hay reticencias al feminismo no solo por parte de muchos hombres, sino también por parte de mujeres que afirman que eso del feminismo es la desigualdad del otro extremo. Estas personas tienen un adjetivo calificativo en la frente: ignorantes. Parece mentira, que en pleno 2018 tengamos que seguir diciendo que el feminismo lo que busca es la igualdad total, plena y absoluta entre hombres y mujeres. Solamente, para aquellos más reticentes, tienen que leer la primera acepción de la RAE: "Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre". No hay que confundir con el hembrismo, que consistiría en la superioridad de la mujer respecto al hombre, pero que es algo residual que nunca he visto.

Yo soy feminista o aliado del feminismo, como cada uno prefiera llamarlo. Soy consciente de la absoluta desigualdad de género, la veo todos los días. Cada día podemos ver noticias de acosos, de violaciones, de agresiones y de asesinatos machistas. Todos vemos como las están matando y nuestros ridículos políticos lo único que saben hacer al respecto es poner un tuit de lamentación. Soy consciente del sistema patriarcal que me otorga privilegios. ¿Por qué tengo esos privilegios yo por ser hombre? ¿Por qué una mujer cobra menos en el mismo puesto laboral que un hombre? Y nos intentan engañar desde las más altas élites conservadoras con que eso del feminismo es cosa de unas locas y que no hay tal desigualdad. Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, afirmó que "no hay fundamentos para la huelga feminista del 8 de marzo", yo la doy 943 fundamentos, las 943 mujeres y niñas/os asesinadas por violencia machista en España desde que hay estadísticas hasta diciembre de 2017. ¿De verdad pretenden que nos creamos lo que sale de la boca del propio sistema patriarcal?

A mí nunca me ha acosado o agredido sexualmente una mujer, ni he tenido el temor de ser violado. Tampoco he tenido miedo de volver a casa solo, ni me siento discriminado por ser un hombre. Estas afirmaciones no las puede decir de la misma manera una mujer. Porque a ellas las están acosando en sus trabajos, en sus escuelas, en sus universidades, en la propia calle. Porque a ellas las están discriminando y cosificando permanentemente. Porque a ellas las están matando y violando todos los días en todo el mundo.

Pero, ¿en qué consiste ser hombre y feminista? Desde mi humilde opinión, se empieza aceptando que somos machistas. Somos machistas porque hemos sido socializados en una sociedad patriarcal y machista. Y para dejar de ser machistas lo primero que debemos hacer es aceptar que lo somos y trabajar para cambiarlo. Luchar día a día contra el monstruo socializado que llevamos dentro. Apoyar al movimiento feminista para lograr la igualdad entre ambos géneros, en una lucha y una revolución que debe ser liderada por ellas. Renunciar a nuestros privilegios por el único hecho de ser hombres. Y aceptar nuestra responsabilidad histórica en esta discriminación intolerable. Por ello pido perdón como hombre a todas las mujeres.

El siglo XXI será el siglo de la revolución de la mujer. Un logro democrático sin precedentes que lograrán ellas, en su lucha. Donde muchos, que nos hemos dado cuenta desde hace mucho tiempo de esta intolerable injusticia histórica, apoyamos y apoyaremos el movimiento feminista desde la retaguardia facilitando y favoreciendo su lucha, porque esta lucha es de ellas y debe ser liderada por ellas. Hay un hecho, y es que la revolución será feminista o no será.

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