Hoy, tras ver el capítulo 3 de Cuando ya no esté, presentado por Iñaki Gabilondo, que muestra como será el mundo dentro de 25 años, me he llevado una reflexión. El problema de la superpoblación es un hecho real, y no es ninguna broma.
Iñaki Gabilondo ha entrevistado al escritor, periodista y catedrático estadounidense, Alan Weisman, sobre el problema de la superpoblación en el planeta. La superpoblación afecta al consumo, la biodiversidad y la contaminación: Cuanta más población mayor consumo, y los productos son limitados. Cuanta más población mayor ataque a la biodiversidad. La deforestación aumenta, y la extinción de especies por nuestro afán de consumo también. Cuanta mayor población, mayor contaminación y uso de energías, y por tanto mayor expulsión de CO2 a la atmósfera.
La clave de todo esto es la concienciación. Como bien explica Weisman, si las parejas del mundo tuvieran entre 1 y 2 hijos la población no crecería y se mantendría estable. 1-2 hijos por mujer. En los países más desarrollados y ricos la media es de entre 1 y 2 hijos, pero en los países menos desarrollados y pobres la tasa de natalidad se dispara incluso a más de 8 hijos. A algunos les puede parecer egoísmo el hecho de reducir la natalidad, pero es todo lo contrario, egoísmo sería tener 3, 4 ó 5 hijos sin pensar en el futuro de ellos. Y si seguimos así, el futuro es malo. No hay que prohibir el número de hijos, como hizo China, hay que concienciar.
¿Cómo evitar esta alta tasa de natalidad? Promoviendo el uso de anticonceptivos. Weisman señala que con solo 8.000 millones de dólares, cantidad que EE.UU se gasta en un mes en operaciones militares en el exterior, se podría dotar a toda la población mundial del uso de anticonceptivos. El problema no es el dinero. Los problemas religiosos y políticos, así como la presión de la Iglesia para condenar el uso de anticonceptivos, es un verdadero escollo.
Otro objetivo sería evitar el uso de combustibles fósiles y fomentar las energías renovables. Cuanta más población más uso de contaminantes y mayor CO2 a la atmósfera. Hay que concienciar para lograr acabar con el uso del petróleo y otros combustibles contaminantes.
Un objetivo fundamental también es la educación, en especial la de la mujer. Si se educa bien, la gente será lo suficientemente consciente como para saber el número de hijos que debe tener.
A día de hoy la población es de 7.400 millones de habitantes. Dentro de 25 años la población superará los 9.000 millones. En 50 años la población ha aumentado un 141%. Si ya tenemos problemas, en 2050 tendremos mayores problemas de abastecimiento y mantenimiento de la población, por lo que surgirán brotes de violencia a causa de la falta de recursos, así como conflictos armados. De hecho, a día de hoy ya están empezando a darse conflictos por falta de recursos.
Si no lo frenamos, si no ponemos límites al problema, estamos abocados a la extinción. Llevará a unos límites sin precedentes. La contaminación del planeta se volverá irreversible. Se producirá una deforestación absoluta, así como una progresiva extinción de especies. La falta de recursos será un hecho, debido a que habrá más población en el planeta que alimentos y agua. La riqueza quedará mucho menos repartida de lo que está ahora, y ya es decir. Hay que empezar a concienciarse antes de que esto nos estalle en la cara. Reitero, la clave es la educación, el uso de anticonceptivos, el empleo de energías no contaminantes, y sobretodo la concienciación. Entre 1-2 hijos por mujer sería estabilizar la población y evitar una sobrepoblación sin precedentes.
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