Soluciones contra el terror

El miedo, ese juego con el que puedes conseguir tus propósitos. Las organizaciones terroristas lo usan como juego para conseguir sus propósitos. Si no dan miedo, no ganan.

Vamos a sus países a estabilizarlos y lo que conseguimos es desestabilizarlos aún más. Como vamos, nos llaman invasores. Luego surgen los daños colaterales. Y de todo esto nace un radical. Como dijo Barack Obama: "Guantanamo ha creado más terroristas de los que se ha querido evitar"

Armamos y entrenamos a los muyahidines en la Guerra de Afganistán de 1978, debimos suponer que nos odiarían por ello. Así nació Al Qaeda, una base de entrenamiento que no fue desmantelada tras la guerra. Sin apoyo de EE.UU a los muyahidines no habría habido 11-S ni 11-M.

Nos quejamos de que Daesh está fuerte. Nos quejamos al mismo tiempo que le vendemos armas a Arabia Saudí y este se las da a Daesh. Nos quejamos de los grandes ingresos que tiene Daesh, cuando empresas europeas y americanas están comprando su petróleo.

En 2011 EE.UU y Europa suministraba armas a los rebeldes sirios para luchar contra el régimen de Bashar Al-Asad, estas armas sin quererlo también acababan en manos de yihadistas.

Desde tiempo inmemorables las conspiraciones tras un evento de estas características siempre salen. Lo que poca gente sabe es que estas conspiraciones tiene su origen en el nazismo, para justificar su odio contra los judios. No podemos caer en conspiraciones que no tienen ninguna base por la que sostenerse, solo nos confunden y nos debilitan. Todo tiene una explicación concisa.

Durante la historia reciente, los errores de Occidente y de los países árabes han conseguido que el yihadismo se convierta una ideología reinante dentro del Islam. Parte del problema lo tenemos nosotros, pero el principal culpable es el terrorista.

Hay que buscar soluciones a esto. Debemos debilitar sus organizaciones, porque el yihadismo como ideología nunca desaparecerá. Debemos mirar los errores y no volverlos a cometer. Debemos buscar a todos los monstruos yihadistas y ponerles ante un tribunal de justicia.